Las ciudades de todo el mundo enfrentan el desafío apremiante del aumento sustancial de motos, así mismo aumentando notablemente las muertes por accidentes de tránsito. Con calles en mal estado y motos en todas las direcciones, la escena podría describirse mejor como una anarquía del transporte urbano. El problema es especialmente grave en los países de bajos y medianos ingresos.
Las muertes de motociclistas en América Latina se triplicaron en los últimos 20 años, más evidentes en lugares como Brasil y Colombia, donde las motocicletas representan aproximadamente 60% de la flota de vehículos de estos países, según los datos del observatorio de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, en lo corrido del año 2022 en Colombia, con corte al 31 de julio, un total de 14.377 personas han resultado lesionadas en medio de siniestros viales en todo el país, con un alarmante crecimiento del 60 % frente a igual periodo del año 2021 cuando los lesionados llegaban a 8.998.
El comportamiento de los motociclistas es un problema que, cuando se cambia, puede reducir las muertes por accidentes de tránsito, especialmente a través de leyes y campañas para el uso de cascos, educación vial y licencias. Los usuarios de motocicletas más responsables sin duda conducirán a menos muertes. Pero también hay cuestiones más amplias que considerar al abordar este desafío, como el diseño de las calles, el papel (o la falta del mismo) del transporte público de calidad en las ciudades y el impacto de las motocicletas en ciclistas y peatones.
El impacto de los accidentes de motocicleta
En Colombia en 2021, según cifras del Observatorio de Seguridad Vial de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, fueron 7.067 víctimas fatales. Después de motocicletas y peatones, los ciclistas son el actor más vulnerable.
En promedio, en los años 2018-2020 fallecieron a nivel nacional 437 personas de 0 a 18 años, siendo en este grupo etario el usuario de motocicleta el actor vial que más fallece, representando el 46 % del total de víctimas mortales por siniestros viales en la población de niñas, niños y adolescentes.
Mejorar el diseño de las calles
Se ha demostrado que algunas infraestructuras son eficaces para reducir los accidentes de motocicletas, como los carriles exclusivos para motos en las carreteras principales de las ciudades, una práctica que se viene usando en muchos países asiáticos como Indonesia y Filipinas. No se sabe si estos carriles exclusivos son apropiados en otros lugares, o en calles urbanas que no sean las vías principales. En Cali, por ejemplo, el impacto de los carriles exclusivos se ha descrito como mediocres, aunque la ciudad vio una reducción en los choques cuando prohibió las motocicletas en los carriles centrales de algunas de sus vías principales años atrás, ya que a hoy estos son usados por todo el parque automotor (carros, motos, bicicletas, entre otros)
Existen otras medidas que mejoran la seguridad de todos los usuarios de la vía, incluidos los motociclistas, como la reducción de la velocidad a través de medidas de regulación del tráfico y la limitación del tráfico vehicular.
Reducir la velocidad de todos los vehículos a velocidades más seguras antes de las intersecciones señalizadas, particularmente en las áreas comerciales, puede ayudar mucho a mejorar la seguridad de las motocicletas.
Mejorando las opciones de movilidad
Aun así, la solución a largo plazo para reducir las muertes de motociclistas requiere pensar más ampliamente en mejorar las opciones de movilidad. Las motocicletas son la opción preferida por muchos para trasladarse de un punto a otro donde el transporte público es de muy mala calidad, inaccesible o inexistente. En Colombia, muchos viajeros usan motocicletas en lugar del transporte público debido a los costos más bajos o la mala calidad del transporte público en su ciudad. Un estudio encontró que los costos generales de operación de las motocicletas eran un 25 % más bajos que las tarifas de los autobuses, y un 66% menor si se consideran únicamente los costos de combustible.
Las motocicletas, sin embargo, tienen limitaciones de movilidad, especialmente en las grandes ciudades, donde los viajes suelen ser más largos y más incómodos sobre dos ruedas. Las ciudades pueden alejar a los motociclistas de sus motos mediante la construcción de sistemas de transporte integrados de alta calidad que puedan mover a las personas con seguridad y en una cantidad de tiempo comparable.
Hay muchas maneras en que los países pueden reducir los accidentes de motocicleta, incluida la mejora del diseño de las calles y la promoción del transporte seguro y activo para todos. Aun así, existe una gran necesidad de más investigación y más atención a la movilidad de las personas en las ciudades que eviten migrar a la movilidad de una motocicleta.
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